INDICE ARTICOLO
Qué Son
Las isoflavonas son sustancias naturales que pertenecen a la familia más amplia de los flavonoides.
Se caracterizan por tener una estructura química similar a la de los estrógenos, por lo que también se llaman fitoestrógenos.
Los estrógenos son hormonas típicas de la mujer en edad fértil, pero disminuyen tras la menopausia, y también se encuentran en el cuerpo masculino en menor concentración.
En particular, las isoflavonas se parecen al estradiol (17-β-estradiol, E2), el estrógeno más abundante en la sangre durante la edad fértil.
Las isoflavonas no son muy abundantes en la naturaleza y se encuentran en ciertas leguminosas, como la soja y el trébol.
- Las isoflavonas más abundantes en la soja son la genisteína y la daidzeína.
- En el trébol, abundan la formononetina y la biocanina A, que se transforman en el tracto gastrointestinal en daidzeína y genisteína, respectivamente.
Las principales fuentes alimenticias de isoflavonas para el ser humano son la soja y los alimentos a base de soja, que contienen, principalmente, daidzeína y genisteína.
Aunque muchos estudios mencionan la capacidad de los suplementos de isoflavonas para reducir los síntomas de la menopausia 1, los resultados son ambiguos 2.
Cómo Funcionan
Debido a que su estructura química es similar, las isoflavonas pueden simular o regular la acción de los estrógenos producidos de forma natural por el organismo.
Esta acción es consecuencia de la unión y de la resultante interacción con los receptores de estrógenos, lo que regula la expresión génica.
Parece que las isoflavonas tienen mayor afinidad por los receptores de estrógenos beta que por los alfa 3.
Los receptores beta se encuentran, principalmente, en los huesos, los pulmones, la próstata, la vejiga urinaria, la piel y el cerebro, mientras que los receptores alfa se localizan, sobre todo, en las glándulas mamarias, los testículos, el útero, los riñones y la hipófisis.
En comparación con el estrógeno estradiol natural, los fitoestrógenos tienen menor potencia estrogénica.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los fitoestrógenos se pueden consumir en grandes cantidades. Esto puede conducir a un nivel de fitoestrógenos varias veces superior al nivel de estrógenos endógenos y, así, compensar su menor afinidad por los receptores de estrógenos.
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Para Qué Sirven
Es importante reiterar que la acción de las isoflavonas es más leve en comparación con la de los estrógenos naturales o sintéticos.
Como consecuencia, las isoflavonas tienen el potencial de restablecer el equilibro estrogénico del organismo, tanto en condiciones de carencia como en condiciones de exceso.
- Efectos Antiestrogénicos: en presencia de niveles elevados de estrógenos (como ocurre en las mujeres en la etapa fértil de la vida), las isoflavonas ocupan una parte de los receptores, lo que los aleja de los estrógenos naturales más potentes y produce una respuesta estrogénica atenuada.
- Efectos Estrogénicos: en presencia de niveles bajos de estrógenos (como en la menopausia), las isoflavonas compensan la carencia interactuando con los receptores y produciendo una ligera respuesta estrogénica.
El descenso natural de los niveles de estrógenos en las mujeres menopáusicas causa la aparición de diversas molestias, como sofocos, sudoraciones nocturnas, cambios de humor y sequedad vaginal.
La terapia hormonal sustitutiva se basa en la rigurosa administración de hormonas (como estrógenos y progesterona, y, a veces, andrógenos) con el objetivo de recuperar niveles hormonales similares a los de la edad fértil.
Sin embargo, la preocupación por los posibles efectos negativos de la terapia hormonal sustitutiva ha dado un fuerte impulso a los suplementos alimenticios de fitoestrógenos.
Hoy en día, las isoflavonas se utilizan mucho por parte de las mujeres que necesitan aliviar los síntomas y las molestias propias de la menopausia, como:
- sofocos;
- sudoraciones nocturnas;
- cambios de humor;
- nerviosismo;
- irritabilidad excesiva;
- depresión;
- osteoporosis;
- atrofia de órganos y tejidos: sequedad vaginal, atrofia mamaria, cistitis recurrente e incontinencia.
Sin embargo, su eficacia se ha cuestionado debido a los resultados contradictorios que surgen de las publicaciones científicas.
Beneficios contra las Molestias de la Menopausia
En general, las investigaciones parecen confirmar el carácter beneficioso de las isoflavonas de soja durante la menopausia.
De las publicaciones llenas de estudios, pero también con resultados contradictorios, surgen beneficios, principalmente, en cuanto a la reducción de la frecuencia de los sofocos.
Según una revisión Cochrane de 2013, las publicaciones científicas están llenas de estudios pequeños con un alto riesgo de sesgo. Por lo tanto, no existen pruebas concluyentes de que los suplementos de fitoestrógenos reduzcan con eficacia la frecuencia o la gravedad de los sofocos y de las sudoraciones nocturnas de la menopausia 4.
Sin embargo, esta revisión destaca un beneficio posiblemente mayor de los suplementos con alto contenido en genisteína, una de las principales isoflavonas de la soja.
Un análisis de 2015 de 10 estudios reveló que las isoflavonas de soja y de otras fuentes reducían los sofocos en un 11% 5.
En una revisión de 35 estudios, los suplementos de isoflavonas de soja aumentaron en un 14% los niveles de estradiol (estrógeno) en mujeres posmenopáusicas 6.
En una revisión de 17 estudios, las mujeres que ingerían una dosis diaria media de 54 mg de isoflavonas de soja durante periodos de 6 semanas a 12 meses tenían un 20,6% menos de sofocos y la gravedad de sus síntomas disminuía en un 26,2% en comparación con el principio del estudio 7.
En general, la ingesta de suplementos alimenticios que contienen isoflavonas conduce a una ligera reducción de la frecuencia de los sofocos (10-20%) 8.
El metabolismo intestinal de las isoflavonas podría ser determinante en la obtención de los beneficios esperados. En particular, la capacidad de transformar las isoflavonas en una forma activa, llamada equol, depende de la composición de la flora intestinal 9, 10, 11.
Algunos estudios sugieren que solo las mujeres capaces de producir equol (detectado en la orina) notaron una reducción de los síntomas de la menopausia mientras tomaban suplementos de isoflavonas de soja 12.
Beneficios para la Piel
La disminución de los estrógenos durante la menopausia reduce la síntesis de colágeno, determinando una pérdida de tonicidad y espesor de la piel, con aparición de sequedad y prurito, arrugas y fragilidad cutánea.
Los estudios indican que hasta el 30% del colágeno de la piel se pierde en los primeros 5 años después de la menopausia 13; luego disminuye a un ritmo del 2% por año 14.
Dada la importancia de los estrógenos en el mantenimiento de la salud y la belleza de la piel, muchos estudios han demostrado que la administración oral (véase terapia la hormonal sustitutiva) o tópica de estrógenos puede reducir los signos cutáneos de la menopausia, como la atrofia (reducción del grosor), la piel seca y las arrugas 15, 16, 17, 18, 19.
Polito et al. sugieren que las isoflavonas pueden tener una eficacia equivalente a la terapia sustitutiva de estrógenos en lo que respecta a la reversión de los cambios de la piel asociados a la menopausia 20.
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Beneficios de la Ingesta Oral
La mayoría de los estudios sobre las isoflavonas de soja de administración oral se han centrado en su capacidad para mejorar las molestias de la menopausia sin analizar su impacto en la piel.
En un estudio doble ciego y controlado con placebo, se asignó aleatoriamente a 26 mujeres de entre 30 y 40 años la ingesta oral de 40 mg de isoflavonas al día o de un placebo durante 12 semanas. Se observó que las isoflavonas mejoraron las arrugas finas y la elasticidad de la piel 21.
Un estudio realizado en 30 mujeres posmenopáusicas observó los efectos en la piel del tratamiento con 100 mg/día de un extracto de soja concentrado rico en isoflavonas durante 6 meses 22.
El tratamiento con isoflavonas dio lugar a:
- un aumento del 9,46% del grosor de la epidermis en 23 pacientes;
- un aumento del colágeno en la dermis en 25 mujeres;
- un aumento del número de fibras elásticas en 22 mujeres;
- un aumento del número de vasos sanguíneos en 21 mujeres.
Según otro estudio, teniendo en cuenta la biodisponibilidad tras la ingesta oral y la permeabilidad tras la aplicación tópica, parece que la administración oral de, al menos, 50 mg al día de genisteína pura sin otras isoflavonas podría ser la mejor estrategia de dosificación para conseguir la eficacia clínica en lo que respecta a la mejora de la piel en la menopausia. 26
Beneficios de la Aplicación Tópica
La administración tópica podría ayudar a superar las discrepancias relacionadas con la biodisponibilidad de las isoflavonas tras la administración oral.
Sin embargo, el uso de isoflavonas en cremas y aplicaciones tópicas puede estar condicionado por un bajo índice de permeabilidad, como señalan algunos Autores.
Por lo tanto, es fundamental utilizar sistemas de administración eficaces, como los basados en nanopartículas lipídicas, microemulsiones y fitosomas.
Beneficios Antiarrugas
Mediante la aplicación de un gel con un 4% de genisteína, se han observado beneficios clínicos en cuanto al aumento de la concentración de ácido hialurónico y de la síntesis de colágeno 23, 15.
Además, los estudios han demostrado que, cuando se aplican localmente, algunos fitoestrógenos se comportan como estrógenos, produciendo una proliferación de la epidermis, favoreciendo la síntesis de colágeno y reduciendo la degradación enzimática del mismo 24.
Sin embargo, la potencia biológica de las isoflavonas es significativamente inferior a la de los estrógenos sintéticos, por lo que los beneficios resultan inferiores a la terapia hormonal tópica 15.
Por ejemplo, un estudio evaluó la satisfacción de los pacientes después del tratamiento (ciego) y mostró que el 88% de los sujetos tratados con estrógenos observó mejoras en su piel, frente al 50% de las mujeres que se habían aplicado un gel con isoflavonas (genisteína al 4%) 26.
Este estudio aleatorio, a doble ciego y controlado con estrógenos evaluó, en 36 mujeres posmenopáusicas, el efecto de un gel tópico con isoflavonas (genisteína al 4%) aplicado en el rostro durante 24 semanas.
A los seis meses, los efectos del gel con isoflavonas en la piel se limitaron a un aumento de su grosor y del número de vasos sanguíneos.
Beneficios Fotoprotectores
En un estudio se probó la genisteína en el eritema provocado por los rayos UV (quemaduras solares) en la piel del dorso de seis hombres con fototipos de II a IV 27.
La genisteína se aplicó de forma local, en dosis de 5 μmol/cm2, 60 minutos antes y 5 minutos después de la irradiación UVB. La genisteína bloqueó eficazmente las quemaduras de la piel provocadas por los rayos UV, lo que sugiere su uso como factor de protección UV.
Efectos Secundarios
Aunque parece que los fitoestrógenos tienen un impacto positivo en las mujeres posmenopáusicas, su efecto podría ser adverso para las mujeres en edad reproductiva.
En estas mujeres, las isoflavonas ingeridas por vía oral pueden provocar trastornos en el ciclo menstrual (dismenorrea), endometriosis e infertilidad secundaria 28.
Por lo tanto, la administración tópica podría ser más recomendable en edad fértil.
Por ejemplo, en un estudio no se observó ningún cambio en la citología hormonal vaginal a los 3 y 6 meses de administración tópica de isoflavonas (genisteína al 4%) en comparación con los valores iniciales, lo que sugiere la ausencia de un efecto sistémico significativo 26.
Contraindicaciones
Como medida de precaución, no se recomienda el uso de isoflavonas durante el embarazo y la lactancia.
En caso de antecedentes personales o familiares de endometriosis y de tumores (malignos o benignos, como los fibromas uterinos) estrógeno dependientes (por ejemplo, ciertos tipos de tumores en los senos, el endometrio, la próstata o los ovarios), consulte con un médico antes de utilizar isoflavonas.
En caso de un trastorno hemorrágico o de terapia hormonal, consulte con un médico antes de utilizar isoflavonas.
En el caso de intervenciones quirúrgicas o procedimientos estéticos invasivos, se recomienda suspender el uso de isoflavonas de soja, al menos, 2 semanas antes de la intervención. Consulte con un médico.
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