Relleno Pómulos | Tipos, Aplicación, Resultados

INDICE ARTICOLO

Qué Son

El denominado « relleno para pómulos» es una técnica de medicina estética que se basa en la inyección local de una o más sustancias con acción de relleno.

El objetivo del procedimiento es aumentar y moldear el volumen de la zona circundante de los pómulos, que forma la prominencia de la mejilla.

Los rostros jóvenes tienden a tener plenitud en la parte central del rostro y los pómulos bien resaltados y pronunciados. Con el paso de los años, esta zona comienza a perder volumen, dado que la densidad ósea se reduce y la piel del rostro se debilita.

Los rellenos dérmicos son la forma más segura y simple de restablecer el contorno y el volumen de la zona de los pómulos y las mejillas.

Los resultados del tratamiento, la latencia con la que se manifiestan y la duración dependiendo del tipo de sustancia de relleno que se utilice.

En general, los rellenos dérmicos son una buena alternativa para los pacientes que desean una mayor definición de los pómulos y mejillas, pero no están dispuestos a someterse a tratamientos más invasivos como un implante o una transferencia de grasa (lipofilling).

Cómo Funcionan

El término filler proviene del inglés to fill (rellenar).

De hecho, el modo de acción clásico de los fillers es el de relleno. Por tanto, se trata de una acción física, en la que la sustancia inyectada aporta volumen al tejido de forma directa o indirecta.

Por ejemplo, el ácido hialurónico atrae grandes cantidades de agua, formando un gel voluminoso y, por tanto, aumentando el volumen de los pómulos.

Más allá de la acción física, algunos tipos de rellenos actúan de forma más o menos prevalente según diferentes formas.

Por ejemplo, los rellenos de ácido poliláctico y los rellenos de hidroxiapatita de calcio basan su acción en la respuesta inflamatoria que provocan en el organismo.

De dicha respuesta, deriva un aumento de la síntesis de colágeno a nivel de la dermis, que llevará a rellenar la imperfección y dar volumen a la zona.

Evidentemente, mientras que el efecto relleno de tipo físico es prácticamente inmediato, el aumento de la producción de colágeno necesita algunos meses para manifestarse totalmente.

Un Consejo de Belleza

Para tu belleza, te aconsejamos el suplemento antiedad X115 ^®+PLUS ².

El suplemento X115 ^®+PLUS ² se distingue por su rico y completo contenido en ingredientes activos antiedad, con colágeno y ácido hialurónico, aún más eficaces por la doble formulación «Day & Night» y el uso de ampollas bifásicas monodosis.

X115 ^®+PLUS – Suplemento Antiedad | Doble Fórmula Day & Night | Con Colágeno (5g), Ácido Hialurónico y Extractos Vegetales Bioestimulantes | Favorece la Actividad Natural de los Fibroblastos en la Síntesis de Colágeno, Ácido Hialurónico y Elastina

Tipos de Relleno

Los rellenos utilizados para aumentar el volumen de los pómulos normalmente son rellenos profundos.

Es decir, aprovechan los rellenos de alta densidad, que se inyectan en la dermis profunda.

Rellenos a base de ácido hialurónico:

El uso de rellenos de ácido hialurónico aporta soporte dérmico a través de la acción higroscópica y la resultante retención hídrica.

Además, el ácido hialurónico lleva a cabo un efecto hidratante, beneficioso para el envejecimiento del rostro, y bioestimulante (los fragmentos de ácido hialurónico parecen estimular la actividad de los fibroblastos, que aumentarán la síntesis de colágeno, elastina y ácido hialurónico).

Para los pómulos, se utilizan normalmente rellenos de ácido hialurónico altamente reticulado con elevada densidad (a veces indicados como « perlas de ácido hialurónico»).

Estos rellenos aportan un volumen instantáneo y se suelen reinyectar cada año para mantener un resultado estable.

La cantidad de producto necesaria para mejillas depende del volumen del rostro, que a su vez está influenciado por la edad, el peso y la genética.

Rellenos a base de Ácido Poliláctico

Como hemos mencionado, el relleno de ácido poliláctico no aumenta los pómulos con un mecanismo de relleno.

De hecho, el efecto físico, observable inmediatamente tras la inyección, desaparece rápidamente. Sin embargo, en las semanas posteriores al inóculo, el ácido poliláctico favorecerá la síntesis de nuevo colágeno mediante la estimulación de los fibroblastos.

Estudios demostraron un aumento del espesor de la piel incluso 6 semanas después de la inyección. Sin embargo, podrían ser necesarios 3-5 meses para ver cambios considerables.

A veces se necesitan repeticiones, con un total de 2-4 tratamientos con separación de seis semanas.

La ventaja es que el efecto del ácido poliláctico dura 2-3 años.

El ácido poliláctico puede tener como reacción adversa la formación de nódulos. Este riesgo se reduce con nuevas preparaciones y con la experiencia del médico.

El riesgo de nódulos está presente también con el uso del ácido hialurónico, sobre todo, si es altamente reticulado como el que se usa para aumentar el volumen de los pómulos. No obstante, en este caso, el médico podrá intervenir para disolver los nódulos mediante inyecciones de hialuronidasa.

Para algunos pacientes, una combinación de rellenos de ácido hialurónico y ácido poliláctico puede aportar resultados tanto inmediatos como a largo plazo.

Relleno a base de Hidroxiapatita

La hidroxiapatita es similar al ácido poliláctico en cuanto a mecanismo de acción y a posibles reacciones adversas, y tiene una duración que varía entre 1 y 2 años.

Se considera un relleno de larga duración, transitorio y altamente biocompatible, dado que la hidroxiapatita es un mineral presente en los huesos y en la dentadura humana.

El producto (por ej.: Radiesse) contiene microesferas de hidroxiapatita de calcio (CaHA) suspendidas en el gel portador compuesto de carboximetilcelulosa de sodio, agua y glicerina; lo que permite que las partículas se liberen fácilmente en el lugar de la inyección.

Después de la inyección, el gel portador se disipa y se sustituye por el crecimiento de los tejidos blandos, junto con el CaHA que actúa como estructura y estimula una ligera reacción de cuerpo extraño que da lugar a la producción de colágeno y elastina.

Al igual que el ácido poliláctico, su efecto no es reversible, por lo que hay que esperar hasta que el efecto desaparezca de forma espontánea.

Relleno de polimetilmetacrilato

Normalmente, estos rellenos contienen microesferas de polimetilmetacrilato suspendidas en colágeno bovino desnaturalizado o de derivación biotecnológica.

El resultante aumento de volumen se atribuye, en un 20%, al efecto físico de las microesferas de PMMA y, en un 80%, al crecimiento de tejido conectivo autólogo en el espacio intersticial alrededor de las microesferas.

Puesto que las microesferas son demasiado grandes para ser degradadas por fagocitosis, son permanentes y no se pueden revertir.

Teniendo en cuenta el uso de colágeno bovino, es necesario un test cutáneo debido a una incidencia del 3% de hipersensibilidad.

Relleno de poliacrilamida

La poliacrilamida o PMA actúa con un mecanismo completamente diferente al de otros rellenos semipermanentes, con efectos durante un largo tiempo y degradándose muy poco a poco.

Es una molécula altamente hidrofílica, además de una sustancia capaz de absorber, reticular y retener grandes cantidades de agua, formando precisamente un gel.

Costes

Los costes del tratamiento dependen de múltiples variables, sobre todo, del tipo y de la cantidad de relleno necesaria para la corrección de los pómulos.

Generalmente, podemos esperar precios desde 1.000 euros a 3.000 euros.

Los tratamientos con ácido hialurónico son, sin duda, los más utilizados, realizados con ácido poliláctico (ligeramente más costoso).

Procedimiento

Para dar volumen a los pómulos, el médico inyectará el relleno deseado en lugares estratégicos.

Antes de la intervención, la piel estará bien limpia y desinfectada. Se aplicará una crema anestésica en la zona que se va a tratar.

En general, el procedimiento se realiza con anestesia local (mediante una pequeña inyección de lidocaína) y muchos preparados ya contienen un anestésico (aunque necesita un poco de tiempo para hacer efecto).

Poner anestesia local seguramente necesite más tiempo y ralentice el procedimiento, pero hace que la intervención sea más cómoda.

El médico delimitará con un rotulador la zona que se va a tratar. El lugar donde después se van a aplicar las inyecciones dependerá de las exigencias y de la anatomía individual del sujeto, así como de la experiencia y las preferencias del médico.

En general, las inyecciones (con aguja o con cánula) se efectúan 1 centímetro por debajo del ojo, con la aguja que comienza desde el ángulo interno del ojo y después «vuelve hacia atrás» hacia el exterior (técnica retrógrada).

Otras inyecciones se realizarán sobre la eminencia malar, que es la zona «alta de los pómulos», y en torno a los ojos para crear plenitud simétrica.

Las inyecciones se pueden realizar a diferente profundidad de forma que se cree un aumento en estratos más largo en la base y similar a una colina, imitando el volumen juvenil natural.

Una vez que se termina de depositar pequeñas cantidades de relleno en las zonas deseadas, el médico moldeará la sustancia con las manos para dispersar lo mejor posible el relleno inyectado.

El tratamiento es bastante veloz y puede tardar hasta 30 minutos, según las exigencias y si se aplica anestesia o no.

Salvo indicación médica diferente, evite tocarse, frotarse o masajear la zona tratada después del tratamiento. Por el mismo motivo, el médico podría sugerir evitar dormir de lado, de forma que no se realice presión sobre las mejillas.

Tras algunas semanas, el médico podría decidir revisar al paciente para evaluar los resultados y hacer posibles correcciones.